Material Complementario

Mapas Bíblicos

Guía para la celebración comunitaria de la Palabra de Dios

Lo que sigue es una “guía”, no una norma, para la celebración comunitaria de la Palabra de Dios en aquellas situaciones que, por falta de presbíteros, no se puede realizar la celebración dominical de la Eucaristía. No pretende reemplazar a las guías ya existentes en algunas comunidades eclesiales. Está orientada más bien a aquellas comunidades que no las tienen. 

Para su realización es necesario preparar todo con anterioridad: designar el lugar de celebración, el que va a presidirla, los lectores, los cantos, las lecturas bíblicas correspondientes, repasar los pasos de la celebración, elaborar la oración de los fieles, etc.

1. Canto inicial

2. Señal de la cruz

    • El que preside (P): En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
    • Todos (T): Amén.
 

3. Saludo inicial

    • P. La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comu-nión del Espíritu Santo estén con todos nosotros.
    • T. Amén.

También se puede utilizar uno de estos saludos, según el tiempo litúrgico:

Tiempo Ordinario

    • P. El Señor, que dirige nuestros corazones para que amemos a Dios, esté con todos nosotros.
    • T. Amén.

Adviento

    • P. El Señor, que alimenta nuestra esperanza por un mundo nuevo, esté con todos nosotros.
    • T. Amén.

Navidad

    • P. El Señor, que se hizo hombre, hijo de María, esté con todos noso-tros.
    • T. Amén.

Cuaresma

    • P. El Señor, que nos llama a la conversión porque el Reino de Dios es-tá cerca, esté con todos nosotros.
    • T. Amén.

Tiempo Pascual

    • P. Jesucristo, nuestro Señor, ha resucitado. ¡Aleluya! A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos.
    • T. Amén.

4. Acto penitencial

El que preside la celebración invita al acto penitencial de esta manera:

    • P. Hermanos y hermanas, humildemente, con corazón arrepentido reconozcamos nuestros pecados y pidamos perdón a Dios.

A continuación, todos recitan:

    • T. Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a uste-des, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Amén.

O bien, según el tiempo litúrgico: Tiempo Ordinario

    • P. Tú que eres el camino que conduce al Padre: Señor, ten piedad.
    • T. Señor, ten piedad.
    • P. Tú que eres la verdad que ilumina a los pueblos: Cristo, ten piedad.
    • T. Cristo, ten piedad.
    • P. Tú que eres la vida que renueva el mundo: Señor, ten piedad.
    • T. Señor, ten piedad.

Adviento

    • P. Tú que viniste al mundo para salvarnos: Señor, ten piedad.
    • T.  Señor, ten piedad.
    • P. Tú que nos visitas continuamente con la gracia de tu Espíritu: Cristo, ten piedad.
    • T. Cristo, ten piedad.
    • P. Tú que vendrás un día a juzgar nuestras obras: Señor, ten piedad.
    • T. Señor, ten piedad.

Navidad

    • P. Hijo de Dios, que, nacido de María, te hiciste nuestro hermano: Se-ñor, ten piedad.
    • T. Señor, ten piedad.
    • P. Hijo del Hombre, que conoces y comprendes nuestra debilidad: Cristo, ten piedad.
    • T. Cristo, ten piedad.
    • P. Hijo primogénito del Padre, que haces con nosotros una sola familia: Señor, ten piedad.
    • T. Señor, ten piedad.

Cuaresma

    • P. Tú que nos has hecho renacer por el agua y el Espíritu: Señor, ten piedad.
    • T.  Señor, ten piedad.
    • P. Tú que enviaste al Espíritu Santo para crear en nosotros un corazón nuevo: Cristo, ten piedad.
    • T. Cristo, ten piedad.
    • P. Tú que eres el autor de la salvación eterna: Señor, ten piedad.
    • T. Señor, ten piedad.

Tiempo Pascual

    • P. Tú que has destruido el pecado y la muerte con tu resurrección: Señor, ten piedad.
    • T. Señor, ten piedad.
    • P. Tú que has renovado la creación entera con tu resurrección: Cristo, ten piedad.
    • T.  Cristo, ten piedad.
    • P. Tú que das la alegría a los vivos y la vida a los muertos con tu resu-rrección: Señor, ten piedad.
    • T.  Señor, ten piedad.

Se concluye el acto penitencial con esta oración hecha por todos:

    • Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nues-tros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén.

5. Gloria

Se recita o canta el Gloria en todos los tiempos litúrgicos, menos en Adviento y en Cuaresma.

    • Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Se-ñor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias. Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre to-dopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre: tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de noso-tros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque so-lo tú eres Santo, solo tú Señor, solo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu en Santo la gloria de Dios Padre. Amén. 

6. Oración previa a las lecturas

    • P. Bendito seas Dios, Padre nuestro, porque caminas siempre a nuestro lado instruyéndonos con tu Palabra, aquella que formó la creación entera; que habló por medio de los profetas a tu pueblo; que se hizo hombre, nuestro Señor Jesucristo; y que nos sostiene por la inspiración del Espíritu Santo. Que ella encienda siempre nuestros corazones y nos dé la sabiduría y la fuerza necesaria para hacer tu voluntad. Te lo pedimos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
    • T. Amén.

O bien, según el tiempo litúrgico: 

Tiempo Ordinario

    • P. Bendito seas, Señor, porque nos conduces al Padre. Tú dijiste: Yo soy la luz del mundo, quien me siga no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida; ilumínanos, pues, con la luz de tu Pala-bra para que unidos a todos los hombres y mujeres de buena vo-luntad trabajemos por un mundo cada vez más humano. Te lo pe-dimos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
    • T. Amén.

Adviento

    • P. Bendito seas, Señor, porque viniste al mundo para salvarlo. Que tu Palabra nos mantenga en vela aguardando tu venida y salvación, para que con la fuerza de tu Espíritu seamos testigos de tu llegada a todos los pueblos. Te lo pedimos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
    • T. Amén.

Navidad

    • P. Bendito seas, Señor, porque naciendo de María asumiste nuestra condición humana, pusiste tu morada entre nosotros. Que tu Pala-bra nos llene siempre de gozo y lo compartamos con todos los hombres y mujeres que luchan por el nacimiento de un mundo me-jor. Te lo pedimos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
    • T. Amén.

Cuaresma

    • P. Bendito seas, Señor, porque nos haces renacer a una vida nueva por el agua y el Espíritu. Que tu Palabra convierta nuestros cora-zones de piedra en corazones de carne, y junto a los hombres y mujeres de buena voluntad nos dé la fuerza necesaria para traba-jar por un mundo cada vez más humano. Te lo pedimos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
    • T. Amén.

Tiempo pascual

    • P. Bendito seas, Señor, porque con tu resurrección has destruido el pecado y la muerte. Tú dijiste: Yo soy la resurrección y la vida. Quien cree en mí, aunque muera, vivirá; y quien vive y cree en mí no morirá para siempre. Que tu Palabra, Señor, nos mantenga fir-mes en esta esperanza, y nos fortalezca para alcanzar la vida eter-na.
    • T. Amén.

7. Proclamación de la Palabra Primera lectura:

El lector anuncia la Palabra con la siguiente fórmula:

Lector (L): De… y sigue el libro que corresponde a la lectura.

Al final de la lectura

    • L.  Palabra de Dios.
    • T. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial o canto alusivo al tema de la lectura

Segunda lectura

    • L. De…

Al final de la lectura,

    • L. Palabra de Dios.
    • T. Te alabamos, Señor.

Lectura del evangelio

El que preside la celebración puede tomar la Sagrada Escritura y mostrarla a toda la asamblea, luego empieza así: Del evangelio según…

Al final de la lectura

    • P.  Palabra de Dios.
    • T. Te alabamos, Señor.

A continuación, se puede compartir una breve reflexión previamente preparada, o dejar un adecuado silencio para la reflexión personal, o invitar a la asamblea a que comparta lo que el Señor con su Palabra motiva. Es bueno que este espacio sea participativo y ágil.

 

8. Credo

Se recita o se canta el Credo

Símbolo de los Apóstoles

(versión breve)

    • Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, pade-ció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopode-roso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espí-ritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

(versión larga)

    • Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucris-to, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue he-cho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

9. Oración de los fieles

A continuación, el que preside la celebración invita a todos a pre-sentar sus plegarias:

    • P. Confortados por la Palabra del Señor, presentémosle nuestras plegarias o peticiones:

Se puede pedir por la Iglesia universal y sus necesidades; por todos sus ministros; por todas las vocaciones eclesiales; por los go-bernantes; por los enfermos, encarcelados y los que viven en el lado oscuro de la vida; por los difuntos y por las necesidades personales de cada uno.

El que preside concluye la oración de los fieles así:

    • P. Todo esto te lo pedimos, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
    • T. Amén.

10. Padrenuestro – gesto de la paz

    • P. Y fieles al mandato de nuestro Señor, y seguros de que no solo nos llamamos hijos e hijas de Dios, sino que lo somos, decimos:

Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

El que preside la celebración invita al gesto de la paz:

    • P. Y como signo de que somos hijos e hijas de un solo Padre, y que perdonamos a los que nos ofenden, nos damos un abrazo de paz y de reconciliación.

11. Oración final

    • P. Señor Jesucristo, tú que nos envías a anunciar tu Buena Noticia hasta los confines del mundo, te pedimos que esta celebración que hemos realizado nos anime y fortalezca para conseguir lo que nos hemos propuesto en ella. Te lo pedimos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

12. Despedida

    • P. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
    • T. Amén.

13. Canto final

Es recomendable terminar la celebración con un canto a la Virgen María o el rezo del avemaría.

    • Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.